lunes, 19 de mayo de 2014
martes, 6 de mayo de 2014
"El número de medallas de oro que obtuvo Argentina en Decanter llega casi a 50, todo un récord"
"Pruebo los vinos de Argentina hace ya muchos años, y he visto cómo han ido evolucionando", destaca Patricio Tapia en su columna habitual del diario El Tiempo. Aquí da un breve repaso de la evolución que ha visto en los vinos argentinos, tras su degustación en los Decanter Wine Awards.
Recién termino las degustaciones para el Decanter World Wine Awards, uno de los concursos más importantes de vinos en el mundo. Este año fueron quince mil muestras de todas las regiones productoras del planeta, un verdadero mosaico de sabores y aromas que nos tuvo toda la semana probando y conversando sobre eso que probábamos.
Eventos como estos, claro, son un momento para pasarla bien, pero al mismo tiempo para tener una visión panorámica de lo que sucede en el mundo del vino en general o en una región o país en particular. En mi caso, estuve una semana catando vinos de Argentina, que es para lo que me contrata la revista Decanter.
Pruebo los vinos de Argentina hace ya muchos años, y he visto cómo han ido evolucionando. También he visto sus etapas oscuras, con malbec que parecían sacados de una película de terror, por lo supermaduros y negros como la noche. Es probable que ese estilo es el que uno tenga más a mano o el que mejor se recuerde porque aún es lo que ronda y lo que se ve con mayor frecuencia. Vinos ultra-concentrados y dulces que impactan.
Lo que me pregunto, entonces, es cómo irá a reaccionar el público acostumbrado a esos vinos argentinos con una nueva cara que, hace ya tiempo que se viene gestando, pero que hoy ya es una total realidad. El gran buque de los vinos argentinos ha girado en su curso. Y en esta edición de Decanter quedó más que claro. No sé aún los nombres de los vinos porque eso no se sabe sino hasta el final, pero lo que sí sé es que el número de medallas de oro que obtuvo Argentina llega a casi a las cincuenta, lo que es todo un récord.
Y eso se debe, principalmente, a este giro hacia vinos mucho más bebibles, mucho más frescos. Malbec que sacan ventaja de sus sabores a jugo de frutas rojas, verdaderos jugos que se beben con pasmosa facilidad. Hubo muchos de esos vinos tan seductores que da gusto.
Yo aplaudo ese cambio y también aplaudo que por fin se haya dejado de mirar solo hacia un lado. También me preocupa lo que irá a pensar un consumidor acostumbrado al antiguo estilo cuando se enfrente con este nuevos malbec. Pero la verdad es que eso me preocupa menos. Cuando uno comienza a beber vinos, es probable que se sienta atraído por el peso en la boca, por la gran cuerpada, pero poco a poco uno va aprendiendo que el vino es para beberlo fácil, junto con la comida.
Hay una frase maravillosa que se la escuché a Paul Pontallier, el enólogo de Chäteau Margaux, un vino mítico de Burdeos: "El vino está hecho para refrescar la comida. Ese es su objetivo". Y claro que tiene razón. Uno bebe vino para que la comisa se trague mejor. Así de simple. Así de físico. Todos los placeres que vienen después y que ese acto de tragar implica son anexos si es que lo que está dentro de la copa no cumple esa primera función. Pues bien, los nuevos malbec argentinos sí que la están cumpliendo.
Fuente:
Eventos como estos, claro, son un momento para pasarla bien, pero al mismo tiempo para tener una visión panorámica de lo que sucede en el mundo del vino en general o en una región o país en particular. En mi caso, estuve una semana catando vinos de Argentina, que es para lo que me contrata la revista Decanter.
Pruebo los vinos de Argentina hace ya muchos años, y he visto cómo han ido evolucionando. También he visto sus etapas oscuras, con malbec que parecían sacados de una película de terror, por lo supermaduros y negros como la noche. Es probable que ese estilo es el que uno tenga más a mano o el que mejor se recuerde porque aún es lo que ronda y lo que se ve con mayor frecuencia. Vinos ultra-concentrados y dulces que impactan.
Lo que me pregunto, entonces, es cómo irá a reaccionar el público acostumbrado a esos vinos argentinos con una nueva cara que, hace ya tiempo que se viene gestando, pero que hoy ya es una total realidad. El gran buque de los vinos argentinos ha girado en su curso. Y en esta edición de Decanter quedó más que claro. No sé aún los nombres de los vinos porque eso no se sabe sino hasta el final, pero lo que sí sé es que el número de medallas de oro que obtuvo Argentina llega a casi a las cincuenta, lo que es todo un récord.
Y eso se debe, principalmente, a este giro hacia vinos mucho más bebibles, mucho más frescos. Malbec que sacan ventaja de sus sabores a jugo de frutas rojas, verdaderos jugos que se beben con pasmosa facilidad. Hubo muchos de esos vinos tan seductores que da gusto.
Yo aplaudo ese cambio y también aplaudo que por fin se haya dejado de mirar solo hacia un lado. También me preocupa lo que irá a pensar un consumidor acostumbrado al antiguo estilo cuando se enfrente con este nuevos malbec. Pero la verdad es que eso me preocupa menos. Cuando uno comienza a beber vinos, es probable que se sienta atraído por el peso en la boca, por la gran cuerpada, pero poco a poco uno va aprendiendo que el vino es para beberlo fácil, junto con la comida.
Hay una frase maravillosa que se la escuché a Paul Pontallier, el enólogo de Chäteau Margaux, un vino mítico de Burdeos: "El vino está hecho para refrescar la comida. Ese es su objetivo". Y claro que tiene razón. Uno bebe vino para que la comisa se trague mejor. Así de simple. Así de físico. Todos los placeres que vienen después y que ese acto de tragar implica son anexos si es que lo que está dentro de la copa no cumple esa primera función. Pues bien, los nuevos malbec argentinos sí que la están cumpliendo.
Fuente:
http://www.areadelvino.com/articulo.php?num=26264
http://www.eltiempo.com/entretenimiento/restaurantes/el-timonazo-de-argentina-hablemos-de-vinos_13926397-4
lunes, 10 de marzo de 2014
Espaldares de los Andes en la Copa Challenger Ricardo Gonzalez 2014
El 7 y 8 de marzo, participamos de laCopa Challenger Ricardo Gonzalez 2014, Organizado por el reconocido golfita Ricardo Gonzalez, en su décima Edición, que se llevo a cabo en El Potrerillo de Larreta, Alta Gracia, Córdoba. http://www.coparicardogonzalez.com/
Estamos muy agradecidos por la invitación a participar como Sponsor del Torneo, a Julio, Inversor de Espaldares de los Andes y quien en conmemoración a su familia, nos solicito una serie de vinos Malbec y espumantes personalizados. Los mismos se degustaron durante todo el Evento y la cena principal a beneficio. Agradecemos también a Ricardo Gonzalez y Oscar Lobay por el gran trato y el apoyo que nos han brindado durante la estadía.
lunes, 3 de marzo de 2014
El Bianchi Reserva Malbec recibió el Gran Premio Trophéé al “Mejor Vino Tinto Seco del Mundo”. Se elabora en el sur de Mendoza y tiene un valor de $96 la botella.
Un vino que se elabora en San Rafael recibió en París el Gran Premio Trophéé al “Mejor Vino Tinto Seco del Mundo”, otorgado por la Unión de Enólogos de Francia. Es la primera vez un vino argentino recibe este premio. Se trata del Bianchi Reserva Malbec 2012, que se elabora en el sur provincial y compitió entre más de 3.500 vinos de 41 países. La botella de este tinto se consigue en el mercado a $96 y forma parte de la multipremiada línea de vinos premium Famiglia Bianchi, compuesta además por un Chardonnay 2013 y un Cabernet Sauvignon 2011, ambos destacados con Medalla de Plata en esta edición de Vinalies Internationales, y un Sauvignon Blanc."Por primera vez en la historia vitivinícola de nuestro país un vino argentino recibe el premio máximo al “Mejor Tinto del Mundo" en el prestigioso concurso Vinalies Internationales"- destacó Jean Poccard, CEO de Casa Bianchi. “Este reconocimiento es sumamente importante para la industria porque reafirma las enormes bondades del Malbec, variedad insignia de la vitivinicultura argentina, porque revaloriza y demuestra el enorme potencial de la uva de San Rafael, y para todos los que hoy integran Casa Bianchi es un orgullo y un premio al trabajo en equipo planificado y con mucha pasión. Trabajo que aplicado sobre nuestras uvas nos permiten lograr productos de altísima calidad”, agregó Poccard. La bodeha presenta al producto ganador como “un vino de una elegancia y personalidad destacada, sus aromas a ciruela madura seducen por su complejidad e intensidad”. Desde hace 20 años la Unión de Enólogos de Francia reúne miles de muestras de todas las regiones vitivinícolas del mundo para premiar los vinos que se destacan por sus cualidades excepcionales.
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