IGDigital habló con Luis Jiménez, director de Agro-Investment Partners, sobre un novedoso proyecto para invertir en campos vitivinícolas. Además, su visión del sector agropecuario local.
El caluroso tiempo de esta semana fue el marco en que nos vimos envueltos cuando entrevistamos a Luis Jiménez, director de Agro-Invesment Partners, una empresa que se dedica a desarrollar proyectos de inversión en el sector agropecuario.
El CEO de la compañía nos contó acerca del nuevo proyecto de la firma, Espaldares de los Andes Viñedo Boutique, que consiste en una inversión con garantía de tierra en una finca para operar en campos vitivinícolas. Sumado a esto, nos contó acerca de otros desarrollos que está llevando a cabo Agro-Investment, como un fideicomiso de siembra que viene dando buenos rendimientos desde 2010. A pesar de la cruenta sequía de este año, Jiménez se muestra optimista respecto al arribo de los resultados provenientes de la soja, que llegarán recién en marzo.
Con respecto al sector agropecuario argentino, cree que Argentina está muy bien posicionada y que sus tierras tienen muy buenos prospectos de revalorización dado que los precios están muy atractivos en comparación a campos de otras latitudes. A esto añade que es un mercado al que le falta mucho por madurar, por lo que apuesta en el mediano a largo plazo a instrumentos relacionados al agro.
¿Qué proyectos está manejando actualmente la empresa?
Agro Investment Partners se dedica a proyectos de inversión en el rubro agro y actualmente tiene dos en curso: por un lado, un fideicomiso de siembra y por el otro uno vitivinícola en Mendoza llamado Espaldares de los Andes Viñedo Boutique. Con respecto al fideicomiso de siembra, es un producto que es lo que conocemos como pool de siembra: arrendamos campos en Santa Fe, en el norte y en el sur de la Provincia de Buenos Aires. Actualmente tenemos 8 mil hectáreas arrendadas en distintos cultivos como soja, girasol, maíz, sorgo y trigo. El instrumento que se arma para comercializar estos productos es un fideicomiso agrícola. Es un proyecto a dos años con una tasa esperada de 15% a 20% anual en dólares. Esta es nuestra tercera campaña de siembra: las tasas anteriores fueron de 21% en 2010, de 11% en 2011 y estamos esperando la de 2012, aunque vemos dudosa la rentabilidad debido a la sequia del país, que castigó a cultivos como el maíz. En mayo sabremos también el rendimiento de la soja, que es lo que más marca la rentabilidad general del negocio.
¿Y con respecto a Espaldares Los Andes?
Es una inversión en economía real y a diferencia del pool de siembra hay garantía de tierra, es decir, el inversor es dueño de todo lo que en ésta se hace. Siendo un proyecto de 4 millones de dólares, esta finca se compró en el año 2010 y tiene 91 hectáreas de las cuales 77 van a ser destinadas para desarrollar un viñedo con varietales de primera línea. Le hemos agregado a esta inversión, principalmente porque es Mendoza, una posada para que todos los inversores del proyecto puedan un día visitar su inversión y disfrutar del viñedo. En este proyecto nos hemos asociado con gente que está muy metida en el tema vitivinícola: contratamos a un enólogo llamado Miguel Martín, una persona que trabajó 25 años en Catena como Jefe de Enología. Es una persona muy reconocida en el ambiente y nos va a elaborar el futuro vino de la finca. Lo que hicimos con este proyecto fue dividirlo en 240 cuotapartes de 16.500 dólares cada una; en el año 2011 ya implantamos 30 hectáreas de malbec en la finca. La idea para 2012 es completar el viñedo, por lo que faltarían 46 hectáreas y la posada. Es una inversión de mediano y largo plazo donde el inversor tiene la ventaja de poder ingresar de distintas maneras según su perfil de inversor. Aquel que es más conservador, su objetivo es que su participación se venda a granel a las grandes bodegas. En ese caso, la rentabilidad es de 10% anual en dólares a partir del tercer año de inversión, que es lo que tarda la uva en cultivarse.
¿Qué movimiento está teniendo actualmente la comercialización de vid? ¿Está dando buenas rentabilidades?
Por cómo está encarado el proyecto, nos hemos basado en que su foco sea vender la uva a granel. Hoy las grandes bodegas necesitan varietales de primera calidad de la localidad de Rivadavia, que es donde está ubicada esta finca. Es una zona muy productiva ya que hay muchas hectáreas de varietales y además las bodegas compran el vino de esta zona para cortarlo con sus propios productos. Lo que se busca es minimizar los riegos, principalmente comerciales, que se derivan de la colocación de una marca en los mercados. Si uno compara el valor de una tierra implantada de vinos en el mundo y lo compara con los valores de Argentina, se ve un potencial de revalorización de la tierra muy bueno; cuando esto esté en producción, el precio de la hectárea será mucho mayor.
¿En qué otra materia prima agropecuaria le recomendaría al inversor individual estar posicionado?
Lo que yo digo con respecto al negocio de viñedos es que es algo que está creciendo mucho últimamente, principalmente por el hecho de cambiar el concepto de vinos y cambiar hacia varietales. Hoy el mundo requiere calidad y en ese aspecto Argentina está muy bien posicionada. Por otro lado, hay un nicho muy importante que es que muchos de los inversores que han ingresado al proyecto son aquellos que se han dedicado siempre a los ladrillos. Apuestan a Espaldares porque tienen tierras y son dueños tanto de ésta como de la finca, según el porcentaje de cuotapartes que adquiera. Hoy si uno quiere ingresar a inmobiliaria, un mono-ambiente de 30 metros cuadrados está 70 mil dólares para entrar a invertir. En nuestro proyecto, con 16.500 mil dólares de base se puede entrar en una inversión de economía real.
¿Y cómo ve la situación actual del sector agropecuario?
Agro-Investment Partners surge debido a la idea de que creemos que el mundo necesita comida, alimentos. La población mundial crece a una escala de 90 millones de habitantes por año y necesita suministros. En todo lo que hace a alimentos, Argentina está muy bien posicionada, especialmente en granos, commodities o mismo en vinos, queda mucho por hacer, hay mucho mercado para desarrollar y más que nada darle valor agregado a las cosas. Argentina se caracteriza por proveer materia prima y el objetivo nuestro es convertirla a algo superior.
¿Cree que la excesiva interdependencia de la economía argentina con el agro podría generar un efecto negativo si la sequía persiste?
Con respecto al sector agro, hoy en día Argentina tiene grandes extensiones de tierra, muy buenos suelos y un clima, que si bien no acompañó este año, si uno ve la historia de lo que fue el régimen de lluvias o siembras de los últimos 50 años, hay una seca cada 20 años. En este caso particular se dio que hubo dos en cinco años, pero cuando uno ve la historia se dará cuenta que invertir en commodities es una muy buena alternativa.
Fuente: inversor global