Después de más de una década de investigación por parte de profesionales del INTA y Vivero Mercier, en agosto, se logró obtener este injerto sobre pie americano que garantiza status sanitario. Claudia Quini, presidenta de la OIV, aseguró que es un importante avance mundial para la variedad insignia de Mendoza.
Mendoza es la primera provincia sudamericana en contar con la primera planta certifica de Malbec clonal argentino injertada sobre pie americano, que le ofrece trazabilidad, innovación tecnológica y status sanitario en plantas de vid al productor de vino y bodeguero. Durante más de una década, se realizaron trabajos públicos y privados que permitieron este importante logro para la vitivinicultura argentina.
Así, Vivero Mercier Argentina, la Estación Experimental Mendoza del INTA y la Delegación Gran Cuyo del INASE (Instituto Nacional de Semillas) hicieron sus respectivos aportes para que el país cuente con una planta certificada de Malbec, posicionándolo al mismo nivel de las grandes zonas productoras del mundo.
En la Enoteca, se realizó la presentación de Malbec Mercier Etiqueta Azul, donde el ingeniero Cristóbal Sola explicó que para el plantador de viña esta innovación le da seguridad y garantía que está llevando una planta completamente sana: “Le estamos dando una certificación de sanidad, pero si el productor toma el otro valor agregado que es la trazabilidad, que es saber de dónde vienen y el origen, puede trasmitirle a los consumidores ese valor agregado. Qué ocurre, si la viña está sana o no como consumidor no me afecta mucho pero si me importa saber que ese Malbec vine de tal zona y fue seleccionado por tal o por cual persona. La trazabilidad si el productor la asume es un gran valor agregado para el consumidor”, explicó el profesional que trabaja en Mercier, quien detalló que en el año se hacen tres millones de injertos y que todas las bodegas mendocinas trabajan con ellos, “pero no con esta certificación porque las hemos logrado en agosto, pero si con la misma genética”.
Por su lado, Claudia Quini, presidenta de la Organización Internacional de la Viña y el Vino, celebró el impacto y el valor de este lanzamiento para la vitivinicultura argentina. “Esto es avanzar al ritmo que se está avanzando en otros países y superar algunos desarrollos de Sudamérica. Me llena de orgullo que sobre todo se haga sobre nuestra variedad insignia como el Malbec y que se le de este valor agregado que es la certificación que da garantía de sanidad en los viñedos. Yo tengo que felicitar a los profesionales que trabajaron en este proyecto de los clones que permite avanzar la región”, dijo Quini en el acto de presentación.
Así se realiza el trabajo de injertar el clon al pie americano:
Importancia económica
El trabajar con injertos de pie americano tiene una vital importancia y la historia se remonta a finales del 1800: la filoxera (un parásito de la vid), que es originaria del Este de los Estados Unidos, provocó una grave crisis vitícola en Europa a partir de 1863. Se necesitaron más de 30 años para superar la plaga. Pero se descubrió que los portainjertos de origen americano eran naturalmente resistentes a la filoxera. Desde que se utiliza este sistema el párasito se ha convertido en un problema menor y actualmente todos los viñedos del mundo excepto los chilenos, los canarios y los plantados en suelos arenosos son injertos de este tipo.
Ahora, Mendoza logra certificarlos y ser una de las primeras provincia sudamericana en hacerlo. Según detalló el ingeniero Sola, “durante la última década, tanto Vivero Mercier como el INTA trabajaron en la selección de clones de malbec, para la producción de vinos de alta gama. En 2003, se introdujeron los portainjertos del ENTAV, que es el organismo francés que ha seleccionado los portainjertos de vides americanas más exitosos del mundo entero. pero recién en 2006 se logró dar un paso fundamental al firmarse un convenio entre INASE y el INTA para poner en marcha el laboratorio de virología, que fue indispensable para avanzar en el programa de certificaciòn de vides”.
De esta manera, el INASE (como organismo de aplicación de la ley de Semillas y Creaciones Fitogenéticas), en conjunto con el Instituto Nacional de Vitivinicultura fueron los encargados de fiscalizar todas las etapas de producción y garantizar la trazabilidad y el máximo status sanitario que exige el proceso de certificación de plantas de vid. Finalmente, en de agosto se comienza a injertar las primeras plantas certificadas de clones de malbec, tanto los clones Mercier 515, 512, 501, 506, 713 y 715, como los clones INTA 9, 18, 12, 27 y 19.
No hay comentarios:
Publicar un comentario