Como en un tormenta de dimensiones inusuales y sin control, la industria vitivinícola de Australia sigue recibiendo golpes que le obliga a resignar posiciones en todos los mercados en lo que antaño hubo mordido porciones importantes de la torta del vino. Un alto valor del dolar australiano hizo que sus costos se dispararan a niveles increíbles, reduciendo exportaciones, y con un incontrolable crecimiento de su producción de uva. Estos factores permitieron el crecimiento de competidores como Nueva Zelanda y una erosión a cargo de los sudamericanos Argentina y Chile. Para colmo de males, esa misma diferencia en el cambio, produjo el posicionamiento de producción extranjera en el mercado interno, provocando de tal forma un círculo vicioso perfecto. Dolar alto, menos ventas, mas importados y , consecuentemente, pérdidas de mercado externo e interno. "A nivel de precios, hemos perdido posiciones ante Chile y Argentina, y creo que nunca mas la recuperaremos", dijo Peter Toohey, director general de Beelgara Estate. Beelgara es el número 20 entre los mayores grupos de vinos de Australia, con una historia que se remonta a 1930. "En Sud América no pagan los impuestos que nosotros tenemos, pero además tienen muy buenos productos, excelente packaging y sus costos de producción son inalcanzables", dice el señor Toohey. Los bodegueros australianos han perdido el 20 por ciento del mercado interno a mano de los vinos importados. También señalan que la dureza del dólar de su país, permitió que también los vinos de Europa los desplazaran del mercado inglés con precios mas bajos, como es el caso de la producción de España. .Ahora, el ingreso a Hong Kong y China permite un respiro que de ninguna manera puede pensarse que reemplazará a los antiguos mercados perdidos. Fuente: The Sidney Morney Herald
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